sábado, 5 de junio de 2010

EXTRAÑO ENCUENTRO

BUSQUEDA

Llevo caminando más de 5 horas, no tengo respuesta alguna, me duelen los pies, pero este sentimiento me alivia un poco. Ya van una semana desde que tengo esta rutina, salgo de mis clases, termino mis trabajos y me voy a buscar algo sobre el edificio o sobre su novio.
Era inútil, nadie quería saber nada sobre esa calle y menos sobre ese edificio, la búsqueda se hacía larga, eh infinita, no sabía qué hacer, y no podía comentarle a nadie sobre lo sucedido, sino comenzarían los rumores, investigaciones y luego puro comercialismo de mierda ¬¬.

Me decidí, tenía que ir de a ese edificio, por un lado estaba alegre ya que iba a ver de nuevo a Eve. Llegue, era de noche, y la calle estaba como siempre, vacía, sin nadie por ahí, me gustaba esa calle, ya que era la única que aunque era de la época de actual, era tranquila, se podía pensar en paz, sin nadie molestando o gritando, o hablando con su celular o caminando apuradamente para llegar a su trabajo, o “trabajar” a alguien.

Escuche que una botella se rompió, me escondí, que raro, pero si nadie pasa por ahí??. Asome a ver quien se trataba.

-hip hip, ayayay, ni mas vuelvo a chupar- se trataba solo de un borracho vulgar y obviamente demasiado pasado de copas.

Se detuvo justo al frente del edificio, contemplando como si recordase algo mientras se tambaleaba como un borracho común, de pronto, con rabia tiro su botella de ron, casi se cae, pero se repone, y comienza a llorar
-Carajo, porque tuvo que morir siendo tan buena, sabía que ese huebon era un bueno para nada – grito con voz borrosa, pero de qué rayos estaba hablando ese tipo!, decidí acercarme, no era prudente, pero tenía una corazonada sobre él.
-Señor? Se encuentra bien? – que pregunta tan tonta, era obvio que no ¬¬
- Ah!!- se asusto
-Tranquilícese, no soy ladrón o algo por el estilo… usted sabe algo sobre ese edificio??
-Que si se?!! jaja lárguese, no me moleste, que no ve que estoy llorando?? ¡Mierda! – siguió llorando

Me aleje, pero decidí seguirlo, después de todo quizá era mi única ayuda posible. De ahí hasta su casa, era un camino largo, me sorprendió mucho que llegase en una sola pieza, su casa era también en un edificio, comencé a pensar que tan solo se había equivocado de casa y que hablaba cosas sin pensar, pero decidí esperar hasta el día siguiente para ir a hablar con él, cuando ya estuviera sobrio…

Paso el día, y antes de ir a la mis clases fui a su casa, toque la puerta, mas de una vez, hasta esperar que el señor saliera, al parecer vivía solo. Me sorprendió ver el increíble cambio del señor, estaba con terno, bien peinado y limpio, todo arreglado, parecía un gerente, de esos millonarios, y con una postura que inspiraría respeto de cualquier persona, claro si es que no lo hubiese visto en lamentables condiciones.

-Señor, buenos días, quizá no se acuerde, pero ayer hable con usted, en el edificio de la calle Marshall- me cerró la puerta con increíble violencia toque la puerta de nuevo, esta vez con más fuerza, el señor no salió, y a mí se me hacia tarde para mis clases. Decidí irme pero volver a penas pueda.

EXTRAÑO ENCUENTRO

1ER RECUERDO

Tengo solo 9 años, y aun pienso en muchas cosas de adultos, quizá este en mis genes, o quizá sea solo que este recordando de una vida pasada. Vivo en una mansión, me agrada, ya que esta junto a la chacra de mi padre, donde cultiva naranjos, son los más ricos del pueblo y el es muy respetable por todos. Todas las noches suelo echarme en el tejado con ellos, mientras mi madre me lee un cuento para mandarme a acostar.

- Sven… es hora de almorzar no me hagas ir por ti – era la voz de mi mamá, me gustaba era muy dulce y siempre me recibía con una sonrisa.
- Ya voy mamá
- En que estabas pensando hijo – me dijo mi padre, el tiene una voz muy potente, y seria, sin embargo es amable y cariñoso conmigo, le tengo mucho respeto así como cariño.
- Me puse a pensar porque las cosas que usamos son redondas, normalmente todo lo que veo es redondo, o se le asemeja a esa figura.
- Jajaja no crees que eres muy niño para pensar en esas cosas? – me dijo mi madre mientras me acariciaba la cabeza, me encantaba que lo hiciera
- Querida deja que el niño piense eso, ayuda a su imaginación.
- Papá tu sabes por qué?
- Bueno supongo que es porque tratan de asemejarse a la perfección
- ¿ah?
- Claro, si te das cuenta lo infinito es redondo, no tiene principio ni fin, y también lo equilibrado, sino donde crees que sacaron el tao?

Papa ya me había hablado acerca del tao, es un símbolo chino, que quiere decir equilibrado, y hace que las cosas estén bien.

- Pero papa si solo existiese cosas buenas no sería perfecto?, pero al mismo tiempo ya no sería equilibrado, entonces… no sería imperfecto, y… bueno…. Jejeje ya me confundí..
- Jajajaja – mis padres se rieron, - bueno por desgracia a la gente le gusta hacer tonterías por diversión, y esto los lleva a un caos tremendo, cuando no hay control, pero siempre es bueno hacer cosas buenas, como también no ir por el objetivo más adornado, si no todo sería una hipocresía de “vista bonita” – me dijo mi mama
- Ohhhhh – me encanta estas conversaciones con mis papas, siempre aprendo algo pero me desilusiono mas de la gente, Jejeje al parecer mi aprendizaje es “perfecto”

No sé porque me puse a pensar en mis padres, hace ya 5 años desde que mis padres murieron, y trato de cumplir su último deseo, “prosperar”, como haría algo así, si el trabajo de mi padre era perfecto, y por eso tubo que morir.

- Sven, Sven!
- Ah.. si maestra
- En qué rayos estas pensando?
- En nada maestra,
- Bueno entonces podrías darme la respuesta de esto

Por un momento olvide que estaba en la universidad. – si señorita, la respuesta es…. – lo respondí sin incomodo, por alguna razón tengo la habilidad de aunque estoy distraído, aprendo todo lo que oigo.

- No lo entiendo, como siendo tan indisciplinado puedes responder todo lo que te digo. – ja, sonríe algo, por alguna razón me gusta ver a la gente hacer su rabieta, de esa forma. Sin embargo no entiendo porque la gente denigra a otros cuando no puede ganarles.

EXTRAÑO ENCUENTRO

ENCUENTRO

Seguí caminando, y a lo lejos de mi justo en la misma calle, vi a una chica un poco triste, no lloraba, solo estaba sentada frente a un edificio, al parecer abandonado, con un estuche de un cello, al parecer también se veía cansada. Siempre fui tímido y soy poco de hablar a las mujeres, sin embargo siempre me consideraron un caballero, nunca supe porque; pero esa chica se veía solitaria, y algo en ella me hizo sentir una extraña sensación de valentía y misterio, me gustaba, tenía las mejillas blancas casi pálidas, de cabello ondeado y negro, con una parte de su rostro tapado y con rasgos medio orientales.

Que puedo decir, me encantaba la chica, era diferente, sin embargo mi cobardía le gano a todo, así que solo seguí continuando con mi paseo. Todos los días salía a caminar justo por esa calle, no pensaba ver a la misma chica, solo me gustaba esa calle, se veía calmada, sin todo el ruido que hace el mundo humano, de alguna forma esa calle me recordó al silencio de la naturaleza cuando trata de susurrarte algo al oído. Sin querer me quede mirando al edificio, donde vi a esa chica; se veía algo elegante, como los que suelen haber en las grandes urbanizaciones, donde viven los que pueden pagar más de lo que deben, pero aun así no les importa. Otra vez estaba ahí, sentada, solo que esta vez entro a el edificio. Quizá vivía, pero me acorde que el oficial dijo que nadie vivía por aquí, en todo caso no debería ser la única inquilina, o si?.

Otra vez mi cobardía me gano, así que me pase de largo, y al poco rato, escuche un grito, nadie estaba por la calle, sentí un frio inmenso, pero no podía dejar sola a una señorita así que mi valentía, o más bien mi caballerosidad se incremento, y entre a supuestamente socorrerla.
Todo estaba oscuro, poco se notaba lo que había en el edificio, era un hall inmenso, sin luces ni nada, como un estacionamiento, seguí caminando. Llego un viento fuerte, que hizo que las puertas se cerraran y se oyeran fuerte, me asuste, parecía esas películas donde al cerrarse las puertas ya no había escapatoria, en fin no le tome mucha importancia, que tonto.
Seguí caminando, no podía ver nada, y de pronto me tropecé, al parecer la chica se había desmayado, la desperté con sutileza, y aunque no veía bien, vi su rostro, lo confirme, era una chica realmente hermosa, y por lo tanto muy fuera de mi alcance, sin embargo no sé porque me paso por la mente, la imagen de la bella durmiente.

- Señorita, señorita?! – ella despertó.
- Qué pasa?, quien es ud? – me dijo con una voz serena y ronca.
- Ud grito, así que vine a ver qué pasaba, y bueno , la encontré desmayada, se encuentra bien?
- No es nada, solo que no me gusta la oscuridad, así que me asuste.
- Y porque entro aquí?? – no sé porque le pregunte eso
- Emmmm, no es de tu incumbencia!
- Bueno perdone, (que grosera) – justo como me gustan
- Ya que estas aquí… mmmm como te llames, me podrías acompañar?
- Me llamo Sven.. – le respondí algo disgustado. Porque me pedía que le acompañase, no lo entiendo, ni siquiera la conozco, menos ella a mí, podría ser un violador, no tiene miedo?, de todos modos no podía dejarla ahí sola. Se me quedo mirando
- Me vas a acompañar o no? – dijo apurada, casi adelantándose
- Está bien, pero como se llama señorita?
- Eve – y no dijo más.

Seguimos caminando, a cada paso, se hacía más oscuro, lo extraño era que no había caminado mucho y no me incomodaba, de alguna forma distinguía las cosas, como si el edificio estuviera iluminado, justo como cuando hay luna llena.

- Que haces aquí? – le pregunte
- … - me miro, tenía algo de tristeza en los ojos, pero como poderlo ver si estaba tan oscuro, no lo sé, de alguna forma los vi claramente, esos ojos tan tristes – busco a mi novio – esas palabras me incomodaron, pensé que tenía alguna oportunidad de estar con ella.
- Y como se llama? – no entiendo porque le pregunte eso
- Marshall
- Tiene nombre de anciano
- Eso me gusta de él – sonrió, de verdad le gustaba.
- Acaso vive acá?, que no es este un edificio abandonado, además está algo debilitado este edificio se podría caer en cualquier momento – creo que estaba exagerando – porque no mejor pedirle a los policías, o a los bomberos?
- Ellos no buscan fantasmas… - me paralice al escuchar lo que salía de sus labios
- Fantasmas? Es una broma no?
- No…, en realidad no sé, pero aqui fui la última vez que lo vi, justo a la entrada de las escaleras pasando por la cochera en la que estamos ahora. – sonrió, pero con algo de pena

No entendía, dijo que era un fantasma, lo que quiere decir que el chico estaba muerto, pero luego dijo que no lo sabe, que demonios está pasando aquí…

- A que te refieres con que no sabes? Si estuviera muerto no deberías buscar en un cementerio o en su casa si fuese lo contrario?
- Bueno no puedo hacer nada más que esperarlo aquí
- Porque?
- Ahí mismo me asesino – lo dijo señalando las escaleras – y estoy atada aquí para preguntarle el porque

Al parecer me desmaye al oír eso, estaba afuera del edificio, tirado junto a la pared, ya era de día y yo tenía que irme a estudiar. Como dije siempre deteste la historia de fantasmas, me molesta que aun haiga almas penando, porque no pueden encontrar la paz. Me preocupa Eve, algo en mi me hace querer ayudarla, ¡pero cómo!, no estuve bien todo el día, me puse a pensar en Eve, de alguna manera me hace acordar a mis padres.